Los enemigos del alma
“Y cayo en poder de los ladrones” (Lc., X, 30) “Apártate de tus enemigos” (Ecl., VI, 13) Triste debió ser, sin duda, la situación del hombre de que nos habla hoy la parábola del buen Samaritano. Nos dice que, bajando un hombre desde Jerusalén a Jericó, cayó en manos de los ladrones, que le despojaron …